sábado, 21 de julio de 2012

Maria Sybilla Merian y las metamorfosis



Fue una apasionada de la entomología y la botánica, aprendió a dibujar y grabar siendo casi una niña, abandonó a su esposo -el artista Johann Graff de Nuremberg- adoptando su apellido de soltera y, con 52 años, viajó a Surinam con una de sus hijas con el fin de estudiar y dibujar los insectos y la flora del lugar. Lo fascinante de estas pinceladas biográficas es que Maria Sybilla nació en 1647; no es tan sorprendente su condición de mujer artista, que sin ser lo habitual tampoco constituía ninguna excepción en su época, sino el viaje que emprendió a lo que entonces era la Guayana holandesa, un viaje que entrañaba sin duda ciertos peligros y sobre todo incomodidades para una mujer madura, casi anciana para sus contemporáneos.
El resultado de este periplo fue un volumen titulado -en su versión abreviada- Metamorphosis Insectorum Surinamensium, publicado en 1705 y preciado por científicos, artistas y público en general, desde Linneo hasta nuestros días. Atenta observadora de la metamorfosis de los insectos, Maria Sybilla, hija de un pintor de topografías suizo, Matthaus Merian el Viejo (1593-1650), representó con sensibilidad y exactitud a insectos de diversa índole junto con las plantas de su entorno natural. Antes de la Metamorphosis, la ilustradora había publicado otros trabajos sobre la flora y los insectos de Europa con el mismo sentido de la observación científica y habilidad. Diversos autores han señalado su preferencia por los colores transparentes, la línea fina que facilita la labor del grabador y la influencia de otros artistas ilustradores, como el francés Nicholas Robert entre otros.

La decisión de viajar al Trópico tuvo su origen en el castillo de Wartha, en la provincia holandesa de Friesland, donde Maria Sybilla se instaló junto a su madre y sus hijas, tras abandonar al que había sido su esposo y abrazar la secta labadista del ex-jesuita Jean de la Badie. El dueño del castillo, Cornelius van Sommerdijk era a la sazón gobernador de Surinam y poseía una colección de insectos tropicales que sin duda debieron fascinar a Sybilla hasta el punto de querer conocerlos in situ. Goethe, que fue amigo de nuestra protagonista, nos da otra pista interesante acerca del viaje a Surinam; por estos años, el naturalista Charles Plumier había publicado un trabajo sobre la flora americana, producto de un viaje por el continente.



Maria Sybilla permaneció dos años en Surinam, realizando viajes al interior de la isla para conocer y dibujar las especies del lugar. En 1701, sin embargo, regresó a Amsterdam, sin duda debido a la malaria. Continuó trabajando hasta su muerte en 1717. De forma póstuma, su hija Dorothea publicó una colección de trabajos de Sybilla, en los que ella misma había colaborado e incluso había finalizado algunos dibujos inconclusos.

En la red es posible encontrar excelentes imágenes de la obra de Maria Sybilla Merian, Estos enlaces son solo un botón de muestra.

Sobre la fauna de Surinam,
http://www.sil.si.edu/imagegalaxy/imageGalaxy_MoreImages.cfm?book_id=SIL-007-288

Una exposición realizada en el Museo Getty en el 2008 sobre la obra de la artista y sus hijas, desde sus primeros dibujos y grabados.
http://www.getty.edu/art/exhibitions/merian/

Y en el Museo Reina Sofía de Madrid, la exposición de Rosemarie Trockel "Un cosmos", que puede verse hasta septiembre del 2012 incluye obras de la naturalista en el marco de las afinidades estéticas de Trockel.
http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/actuales/trockel.html